¿POR QUÉ TOMA TANTO TIEMPO ALCANZAR LA VERDADERA MADUREZ?

Aunque Dios podría transformarnos en un instante, decidió
desarrollarnos lentamente. Jesús entrena a sus discípulos de forma
pausada. Así como Dios les permitió a los israelitas tomar la
tierra prometida "poco a poco" Deuteronomio 7:22, para que no
quedaran agobiados, prefiere trabajar en nuestras vidas avanzando
paso a paso.

¿Por qué toma tanto tiempo cambiar y crecer? Hay varias razones:
1. Somos de lento aprendizaje. A menudo tenemos que releer una
lección cuarenta o cincuenta veces para captarla realmente. Los
problemas siguen repitiéndose, y pensamos: "¡Otra vez no! ¡Eso ya
lo aprendí!"; pero Dios sabe más. La historia de Israel ilustra
cuán rápidamente olvidamos las lecciones que Dios nos enseña y cuán
pronto regresamos a nuestros viejos modelos de conducta.
Necesitamos repetidas exposiciones de la lección.

2. Tenemos mucho que desaprender. Muchas personas van a un
psicólogo por un problema personal o relacional que desarrollaron
durante años y le dicen: "Necesito que me arregle esta situación.
Tengo una hora". ¡Qué ilusos! Esperan una solución rápida a una
dificultad histórica y profundamente arraigada. Dado que la mayoría
de nuestros problemas -y de todas nuestras malas costumbres- no se
desarrollaron de la noche a la mañana, es poco realista esperar que
se marchen de inmediato.

No hay ninguna píldora, oración o principio que deshaga al instante
el daño provocado en el transcurso de muchos años. Requiere arduo
trabajo de eliminación y sustituación. La Biblia lo
llama "quitándose el viejo hombre" y "poniéndose el nuevo hombre"
(Romanos 13:12 – Efesios 4:22-25 – Colosenses 3:7-10). Aunque se te
dio una naturaleza totalmente nueva en el momento de la conversión,
todavía tienes viejos hábitos, modelos y prácticas que necesitan ser
eliminados y reemplazados.

3. Tememos enfrentar con humildad la verdad acerca de nosotros
mismos. Se ha señalado que la verdad nos hará libres, pero a menudo
primero nos hace sentir infelices. El temor de lo que podríamos
descubrir si enfrentáramos con sinceridad nuestros defectos de
carácter nos mantiene presos en la negación. Sólo en la medida que
permitamos que Dios, con la luz de su verdad, ilumine nuestros
defectos, fracasos y complejos, podremos empezar a trabajar en
ellos. Por eso no podemos crecer sin una actitud humilde y con una
buena disposición de aprender.

4. A menudo el crecimiento es doloroso y nos asusta. No hay
crecimiento sin cambio, no hay cambio sin temor o pérdida, y no hay
pérdida sin dolor. Todo cambio involucra alguna clase de pérdida:
debes desprenderte de las viejas costumbres para poder experimentar
las nuevas. Tenemos miedo de estas pérdidas, aun cuando nuestros
viejos hábitos significaban nuestra propia derrota porque, como
ocurre con un par de zapatos gastados, al menos son cómodos y
familiares.

A menudo las personas construyen su identidad alrededor de sus
defectos. Suelen decir: "Es que así soy yo cuando…" y "Así es
como soy". La preocupación inconsciente es que si abandono mi
hábito, mi herida o mi complejo, ¿quién seré? Este temor
definitivamente puede frenar tu crecimiento.
5. Desarrollar hábitos lleva tiempo. Recuerda que tu carácter es la
suma de todos tus hábitos. No puedes decir que eres amable a menos
que "por costumbre" lo seas, muestras tu gentileza aun sin
pensarlo. No puedes decir que eres íntegro a menos que tengas
por "hábito" ser siempre sincero. Un marido que es fiel a su
esposa "la mayor parte del tiempo" ¡no es fiel en absoluto! Sus
hábitos definen su carácter.

Hay sólo una manera de desarrollar los hábitos de un carácter
semejante al de Cristo: ¡practicarlos… y eso toma tiempo! No
existen hábitos instantáneos.

Pablo instó a Timoteo: "Practica estas cosas. Consagra tu vida a
ellas para que todos puedan ver tu progreso" 1 Timoteo 4:15.
Si practicas algo durante un tiempo, te perfeccionas en eso. La
repetición es la madre del carácter y la habilidad. Estos hábitos
que edifican el carácter se llaman a menudo "disciplinas
espirituales", y hay docenas e grandes libros que pueden enseñarte
cómo realizarlas.

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